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☼Entra y sueña en un mundo difícil de creer ♫

27.5.10

Capitulo I

Os traigo una historia que estoy escribiendo... Me gustaría compartirla con ustedes y a la vez que ustedes comenten y os digan como les ha parecido ¿vale? Espero os guste... Y que mi imaginación no esté tan volada.
Puede ser sujeta a modificaciones una vez terminada la historia.^^


Capítulo I

Londres, Siglo XIX

Se sentó en lo que le llamaría un hermoso sillón si no fuera porque ahora todo le parecía desagradable. Las ventanas estaban cerradas pero la cortina de una de ellas dejaba entrever un poco de la luz del día gris, un día más de su vida.



Colocó sus codos sobre sus rodillas y sus manos colgaban. Juró no hacerlo, pero una lágrima cayó. Luego le siguió otra y otra; aterrizaban en la alfombra donde una vez estuvo él junto con ella hablando de lo corta que era la vida. Su silencioso llanto estremeció las paredes de esa antigua casa, el piso crujió levemente. Un nudo en la garganta le advirtió que no podría respirar si seguía así.
Si alguien se ponía a pensar el por qué de las cosas se volvería loco. Si es que ya no lo estaba de alguna manera.
Se mordió el labio inferior para retener un sollozo. Tras ese leve movimiento las lágrimas abandonaban la batalla que ella luchaba día a día.
Alguien entró a la habitación. El hermoso vestido que le cubría a Marine era hermoso, pero todo se veía apagado para Annie. Marine se acercó a Annie e intentó dejar atrás sus sentimientos para no agobiarse.
Annie –susurró. –Lo siento tanto…
Ambas se abrazaron en silencio y Marine no pudo evitar llorar. Annie, sentada como siempre en su hermoso sillón y Marine sobre la alfombra tratando de darle fuerzas.
¿Por qué, Marine? ¿Por qué justo él? –su voz se quebró y se dio cuenta que tenía mucho miedo.
Sé que sonará extraño y muy egoísta, Annie. Pero supongo que así es la vida.
Y que yo me quede aquí… –se alejó de ella y se levantó del sillón, de su hermoso sillón floreado. –… Sufriendo su partida ¿no? –intentó retener las lágrimas, pero estas una vez más la abandonaron. Sufrió un espasmo en el pecho. –Sé que lo querías. Eras su hermana. Lo conocí en muy poco tiempo. Y ese poco tiempo me sirvió para enamorarme de él. Thomas era hermoso, el más bello de los hombres. –cerró los ojos con fuerza. ¿Por qué no simplemente despertar de ese sueño? –Él me amó. Lo hizo ¿verdad?
Marine se estremeció.
Sí, yo sé que lo hizo –continuó.
Annie, dos meses no son suficientes para conocer y amar a alguien. Sobre todo para sufrir su partida desde hace un año.
¡No digas eso! –gritó. Se acercó a la ventana, el sol estaba en lo alto del cielo, pero se veía tan débil que apenas alumbraba el día. –Yo… quizá yo…
¿Dijo que te amaba? –soltó con voz fría.
¿A qué te refieres?
Responde sólo si te dijo que te amaba…
Annie lo consideró por un momento. Las hermosas salidas por el parque, las veladas a escondidas en el ático, los besos robados sólo por ella. La manera en que a veces era frío como el invierno. La manera en la que sus besos no sabían a ternura. La forma en que pocas veces la rechazaba diciendo que todo era muy apresurado.
No… yo sé que me amó. Quizá no tuvo tiempo para decirlo… Yo sé que… ¿Marine? –se llevó una mano a la boca.
Nunca me lo dijo. –sus ojos estaban en algún lugar de la nada –Nunca me dijo si estaba enamorado. Le pregunté por ti… Pero nunca, lo siento… Nunca quiso contestarme.
Lo odio –soltó de repente. –Lo odio… Te odio Marine. Te odio tanto –cayó de rodillas. Incapaz de pensar, de razonar algo coherente que las mentiras que ella misma se fabricaba para sentirse mejor. –Lo odio a todos…
Marine se acercó a ella y la abrazó con fuerza.
No tendrás que sufrir más, pequeña –sonrió contra su oreja.
¿Por qué? –respondió inocente.
Annie se separó un poco de ella, notó lo verdaderamente pálida que se veía Marine. Justo cuando estaba a punto de preguntarle si se sentía bien, Marine abrió ligeramente sus labios y la besó en la mejilla. Otro beso sobre sus ojos, secando sus lágrimas. Un beso sobre la punta de su nariz. Un ligero beso sobre sus labios.
¿Qué… haces? –preguntó asustada.
No quiero que sufras, Annie. –dijo casi sintiendo placer. –Te quitaré ese sufrimiento por el imbécil de mi hermano.
¿Cómo? –le dio hipo.
Marine sonrió. Había dado en el clavo.
Así –señaló. Marine.
Giró levemente la cabeza de Annie, abrió la boca y los colmillos salieron como lanzas. Los clavó sobre la delicada piel de Annie, estos se hundieron con facilidad, mientras ella dejaba escapar un grito que no llegó a salir por completo.


Gracias por leer... Espero compartan su opinión.
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4 comentarios:

  1. wooo chica me gusta fulll lo q has escrito ...espero ansiosa el proximo capi...besos..=D

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  2. Wao pero que poca la Marine jeje me a gustado pasare al segundo a ver que tal saludos!!!

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  3. :D tienes algo aqui chica :D

    Lo haces muy bien, m encanto esta primera parte :D m encanta la intensidad y acompañado todo con la estupenda musica :D

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  4. Angella, Muy buena.. sabes como trasmitir los sentimiento de los personaje me gustoo!!

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Angella Casana Vilela - Copyright 2010© Todos los derechos reservados