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☼Entra y sueña en un mundo difícil de creer ♫

1.6.10

Capitulo II

Capítulo II

Annie intentó cerrar los ojos mientras el sol se ponía. No sabía la hora que era y no le importaba en absoluto, nada de lo que pasaba a su alrededor importaba, sólo quería refugiarse por un momento a solas lejos de la humanidad, lejos de todos aquellos quienes no se atrevieron a juntarse con ella, rechazándola y hablando mal de la relación que tenía con la familia Jefferson desde que llegaron al pueblo, sobre todo de Thomas, quien ahora se encontraba en un lugar mejor a éste, suponía Annie.




No estaba echada en su cama, no estaba ni cerca de ese sillón floreado, ni de la alfombra que le traía recuerdos oscuros; que sólo eran pasajeros de su inventada realidad –suponía ella–, estaba en una esquina de la gran habitación, donde el sol apenas era no capaz de acercarse ni por más que quisiera. Se encogía sobre sí misma temblando, con los pies desnudos y con el vestido destrozado; luego de haber luchado consigo misma por ser débil, y haber tenido días sin haberse tomado si quiera una ducha. Había llorado un mes entero, justo el tiempo cuando Marine Jefferson se marchó. No lloraba por ella–porque la odiaba –, lo hacía por el sólo hecho de haber ocasionado que su vida se torné más misteriosa e insoportablemente dolorosa.
La puerta de su habitación se abrió, con sigilo se asomó una señorita con una bandeja de comida recién calentada, oliendo apetitosamente, pero a Annie le provocó nauseas. Ella ni siquiera alzó la vista para saber que era Grace, la sirvienta que trabajaba en la casona.
No es el momento, Grace –susurró, reprimiendo su llanto.
Lo siento, pero es menester atenderle, ayudar en su bienestar, no ha comido desde hace una semana. Sé que quizá le ha afectado—
¡Cállate! –gritó de pronto.
Grace se sobre saltó y todo su cuerpo se estremeció. La habitación de pronto se vio más oscura a pesar de la luz del día.
Sólo… vete –respiró profundamente –Si tanto quieres que coma, deja la comida a un lado; la comeré luego –se calmó.
Como usted decida. –acomodó la bandeja en la mesa de noche e hizo una reverencia mientras cerraba la puerta para dejarla sola.
Estaba rendida, las lágrimas simplemente no salían y cada vez era más difícil controlar la ansiedad que corría por su cuerpo.
La herida en su cuello –la que le había hecho Marine –, había desparecido hace un par de semanas, pero el dolor no había cesado. Poco a poco esa pequeña punzada de dolor fue bajando y recorriendo por todo su cuerpo, cada vena y así cada célula, dejándola débil como un cachorro indefenso recién nacido.
Pasará más rápido de lo que demora en ponerse el alba, querida –le había dicho, Marine mientras cogía las maletas y se largaba de la casa. –Cuídate… Nos veremos muy pronto, lo prometo.
Pero Marine no había regresado, por más que Annie quisiera que lo hiciera sólo para reclamarle lo que le había hecho, no se había acercado más a esa casa. No sabía exactamente qué pero todo su cuerpo estaba cambiando muy rápido, era cada vez más sensible a la luz del sol, y no tenía mucho apetito. No sabía cómo podía sobrevivir sin algún bocado durante tres semanas, sin contar con la que se pasó vomitando todo lo que comía.
De todos modos, se sentía inútil, la gente hablaba y no eran cosas buenas que digamos; no eran las cosas hermosas como las que sus padres; quienes estaban de viaje, quisieran escuchar.
Annie sólo quería vivir un romance junto con Thomas, pero las lluvias habían empeorado y se lo habían llevado consigo. Annie nunca más lo vio, Marine le contó todo aquello en llantos incesables durante una noche de septiembre. Sólo quería sentir, experimentar, amar a alguien quien fuera capaz de amarla como lo hizo ella. Quizá los libros de esa época habían influido mucho en su carácter, pero lo que ella realmente quería era ser aplaudida por alguien, ser el centro de atención.
Y si no podía tener aquello para qué más…
Sólo decidió intentar vivir lo que le quedaba, quizá era muy poco por lo mismo de no alimentarse bien, quizá moría de anemia. Pero tenía que hacer todo lo posible con seguir adelante, aunque su cuerpo no se lo permitía, pero era su alma la que con fuerzas le gritaba que siguiera…

6 comentarios:

  1. hola!! lei y me gusta la verdad!! pobre que dolor que te dejen! :(
    Escrbes muy lindo tu historia me llego te lo juro! besos! sigue asiii! te cuidas

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  2. Me gusta, y es muy verdadero. Espero que nos sigas avisando. un beso ;)

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  3. Se ve interesante me gusta lo que has escrito visitame cuando desees y me avisas de un proximo capi me llevo tu banner y ya te sigo saludos!! Besos!! http://hermosalectura.blogspot.com

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  4. Gracias chicas... ^^ Les avisaré en cuanto suba los demás caps...
    xoxo

    Ange...

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  5. Muy buena... linda de verdad. Me encantó, me lei lod dos capis como loka, y espero con ansias, muchas ansias los que siguen... No te olvides avisarme... poorrr faavoorrr... kisses mi querida, ya te sigo, y me llevo tu banner para afiliarte, gracias por pasarte por el blog, hay tienes tu casa, en cuanto tengas nuevos capis, o cualquier novedad, no dudes en venir y avisar... Ya estas afiliada y espero que me afilies también... ;D, kisses...

    Deseo Y Oscuridad...

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  6. sentimos pasar tan tarde, no hemos estado por el blog. nos encantaron los dos capis, esperamos el siguiente nos avisas vale?

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